Arthur Rowshan. Mayo 2006
Los pasos para la autohipnosis
Al principio hay que practicar mucho para inducirse uno mismo la hipnosis. Los músculos del cuerpo y la mente tienen que acostumbrarse a relajarse y dejar a un lado la parte analítica e intelectual. Aquí os muestro un procedimiento sencillo, para una práctica de la autohipnosis.
El primer paso consiste en fijarse un objetivo claro para la sesión de autohipnosis. Una vez que nos hemos fijado el objetivo (por ejemplo “Quiero estar más relajado y tranquilo en mi trabajo”), tenemos que resumir el objetivo en una frase positiva. Esta afirmación guiará la mente subconsciente a buscar aquella memoria relacionada con tranquilidad y la relajación.
Siéntate en un sillón en una posición cómoda, o si prefieres túmbate en una cama. Quítate los anillos, el reloj y cualquier cosa que te pueda molestar. Mira fijamente a tus propias cejas. Mantén la mirada fija aunque los ojos empiecen a cansarse. Cuando ya los párpados no aguanten más, inspira hondo y al expirar cierra los ojos.
Concéntrate en los párpados cansados y pesados. Dentro de unos segundos notarás, que los párpados empiezan a relajarse hasta llegar al punto de que ya no quieres abrir los ojos. Imagina esta relajación como una onda expansiva, que invade tu cuerpo. Imagina que la relajación te cubre el cuerpo como una manta suave y agradable.
Imagínate en lo alto de una escalera de madera de quince peldaños. Al pie de la escalera ves una puerta que conduce a un lugar encantador. Comienza a contar desde quince hacia atrás en voz alta, bajando un peldaño con cada número. En los peldaños puedes leer las palabras “DUERME” y “MÁS PROFUNDO” hasta que llegas a la puerta.
Ahora que estás cerca puedes leer la palabra “SUBCONSCIENTE” escrita en la puerta. Abres la puerta y entras en este lugar encantador. Es un lugar que te da mucha seguridad y tranquilidad. Puede ser un bosque, una playa, una habitación maravillosa, o cualquier lugar que te surja en tu mente.
Cierra la puerta detrás de tí y presta atención a los colores… a los sonidos o música, a los olores agradables de este lugar y a las emociones. Toma tu tiempo y disfruta de este lugar. Después de un tiempo una caja pequeña de madera se manifestará delante de ti. Es una caja muy bonita y con toda la curiosidad de un niño que quiere aprender, te entran las ganas de abrir esta caja.
Dentro de la caja encontrarás un regalo o un símbolo que es para tí. No importa si a nivel consciente no sabes de que se trata o que significa. Lo importante es que tu mente subconsciente sabe como utilizar tus memorias y tus recursos internos para encontrar una solución a tu problema. Obsérvate a tí mismo después de haber conseguido el objetivo.
Presta atención a los colores, a los sonidos y también a lo que te dices a tí mismo, a tono de tu voz diciendo cosas a tí mismo, a los olores si hay. Y presta atención a como te sienta haber logrado tu objetivo. Ahora imagina que entras en tí mismo y presta atención a tus sensaciones. ¿Cómo sería tu experiencia con el objetivo ya logrado?.
Después de unos minutos prepárate para salir de este lugar, con toda la seguridad de que cada vez que desees puedes volver a entrar en este lugar. Ahora empiezas a subir por los mismos peldaños que bajaste y cuenta desde “uno” hasta “quince”. Cuando llegas al número “quince”, el último peldaño, puedes abrir los ojos y te sentirás estupendamente.
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